Mi llegada a la familia Ruborottzi

Habia trasncurrido slamente dos dias desde mi llegada, tras la muerte de Don martino, no me quedaba nada mas ecepto una carta de èl, habalandome del nuevo don de la familia Ruborottzi y de lo acontecido durante mi estancia fuera, tanto eso como que mis viajes y mis trabajos en el extranjero eran para que madurase y comprobar que era digno del encargo de servir a la nueva sangre que dirijiria la familia, una familia en la cual con el tiempo podria ser parte de ella, aun casi moribundo parece ser que se preocupo porque yo no estuviera solo, tambien me hablo de Lannian Ruborottzi y que era un hombre digno de su confianza, me puse en contacto con el tal Vicent, cuando era un chaval oí un par de veces su nombre por parte de Don martino pero nunca supe que cargo ocupaba, el caso era que tras una hora de viaje por la ciudad de florencia, llegue hasta lo que aprecia una casa grande, quizas algo antigua y alli me encontraba yo , rodeado de algunos hombres, casi seguro la seguirdad de la casa, me señalaron una puerta la cual toque suavemente con mi mano enfundada en su guante negro y pedí permiso para poder pasar

Vincent me había avisado de lo ocurrido hace tantos años con cierto chico y el como lo enviaron fuera cuando las cosas con los Spoto y Grasso se salieron de tiesto. Loreta había salido con Fabiana, ¿Quien mejor para acompañarla a renovar su vestuario? Yo esperaba en la soledad del despacho leyendo el informe de la policía sobre el "accidente" con Martorini y la repentina explosión en su estudio. Di una calada al cigarro que me estaba fumando mientras leia, lectura que fué interrumpida por el tocar de la puerta -Avanti...- Incité a entrar al que al otro lado esperaba bajando los papeles dejandolos sobre el escritorio, con la mirada puesta en la puerta

Tras oir la voz me adentre dando unos pasos levememente si acercarme mucho hacia el hombre que ante mí se mostraba, por su aspecto podria decirse que eramos de la misma quinta o incluso yo algo mayor, coloque mis manos en mi espalda y erguido me presenté

-Buena sera Don Lannian Ruborottzi, mi nombre es Amadeus,uno de sus hombres se puso en contacto con migo,siento mucho que nos tengamos que conocer mediante esta tragedia,sentia mucho aprecio por Don Martino- esclamé con la tipica voz sin sentimiento y fria que me carecterizaba mientras me acercaba un poco mas.

-Me llego una carta explicandome levemente la situacion de la familia y aunque si don Martino no me lo hubiera pedido si puedo ayudarle en lo que a mi se respecta no tengo ningun problema Don Lannian Ruborottzi -
contesté esperando oir a Don Lannian Ruborottzi firme pero con rostro tranquilo

Expulsé el humo lentamente mientras hablaba, mirandole. Asi que este era aquel niño...Alcé el menton escuchando sus palabras, conocía como yo al señor Martino por lo que parece. Me abrumó con tanta palabrería y mientras daba otra calada me puse en pié. La chaqueta descansaba junto con la cartuchera sobaquera en el perchero, y tan solo vestía pantalon camisa chaleco y mi inseparable corbata -Amadeus...- Le nombre mientras sacudia el cigarro antes de rodear la mesa con una de mis manos en el bolsillo del pantalon -He de entender por tus palabras...que el Señor Martino...pidió su ayuda para la familia...¿no es asi?- Caminé un poco por delante suya, observandole analizandole, concordando lo que ya sabía de él por la ayuda de Vincent -¿Cuánto tiempo hace que sirve para Martino?- Pregunté deteniendome, expulsando el humo del cigarro hacia un lado. Tan solo hacía dias que sabía de su existencia, pues por lo visto le enviaron fuera cuando todo ocurrió.

Miré aquel tipo al igual que èl lo hacia con migo , me estaba analizando y era comprensible, observé por un instante la habitacion , era un lugar tranquilo pensé luego tras terminar de hablar èl respondí educadamente.

-Si me permite corregirle, Don Martino no me pidió ayuda, me ofrecio algo a cambio de yo poder quitarle ciertos problemas en su camino,y por lo que he leido en sus ultimas lineas, lo menciona a usted y a la necesidad de poder confiar en la gente de su alrededor,pensaba que yo podria serle util, soy un hombre de diversos talentos,- contesté tranquilo sin acelerarme mientras seguía observando la habitacion despreocupado

-Don Martino me dio algo que nadie se molesto en darme, trabajé para el casi once años, con total lealtad y nunca le defraudé, aun asi me tenía apartado directamente de la familia Ruborottzi no llego comprender del todo porque pero no es un asunto que me intrigue demasiado- Expliqué mientras mi vista volvia hacia èl .

-Soy un hombre que nada tiene y todo ofrece-concluí mientras me ajustaba un boton de mi chaqueta

Sin moverde de delante suya con la misma psotura, continué dandole esas tranquilas caladas al cigarro mietras le escuchaba -Entonces...yo no soy nadie para deshonrar los ultimos deseos de Martino...- Quizas hablaba con demasiada confianza hacia el difunto Don, pero es la que me había dado del, ya que fuí su mano diestra y a veces, la zurda -¿Tienes idea de lo queconlleva ser de la familia?- Le pregunté, seguramente no, puesto que decía que nunca le habñia dejado acercarse al hambito de la familia.

Sin esperar respuesta me gire para caminar hacia uno de los estantes sacando uno de los archivadores, regresando a mi mesa, frente a la cual me sente a esperas de una respuesta, y mientras...yo, buscaba los mandamientos...

Sus palabras me hicieron recordar el pasado, un pasado tan bello y lleno de recuedos como podia ser enterrar a tu propia abuela al medio dia en pleno Verano, volviendo a la realidad negué con la cabeza levemente
-Me temo Don Lannian Ruborottzi que no he conocido mas familia que a Don Martino que en paz descansé.pero pese a ello pienso que me educó bien, tan bien para llegar a pensar en mí como alguien en el cual usted pueda confiar, no soy un hombre ambicioso, solo deseo un plato caliente, una cama y alguien con el suficiente sentido del honor, en estos tragicos tiempos de tracion como para derramar mi sangre por èl, hasta ahora ese era Don Martino .... -respondí secanté , mas no era un hombre de palabra mas bien de accion y comenzó a incomodarme todo este tiempo de charla.

Mientras le escuchaba encontre la hoja con los mandamientos que habían pasado de mano en mano de todos los cabecillas que había tenido los Ruborottzi, y ahora estaba en las mias, cedido de las manos de Martino. Dejé el papel sobre la mesa, girandolo con cuidado, la letra era algo temblorosa pero legible -Entonces no tendras problema alguno de cumplir con esto- Movñi el papel para que se acercara a leerlo, era un ejemplar único.El papel decía lo siguiente...


Dejé que lo leyera mientras yo contnuaba fumandome aquel cigarro, el cual pronto vería su fin, le miraba aun analizandole, sería util en las filas de la familia...

Lei el documento que me entregó, me habi supuesto algo pareccido mas Don Martino soli hablarme de algunos de estos mandamientos o reglas de conducta, las leí detenidamente deje la hoja encima de la mesa me acerqué hasta Don Lannian Ruborottzi , me arrodille con mi pierna derecha y mirandolo desde abajo le dije

-Me honra con su ofrecimient Don Lannian Ruborottzi, le juro por mi vida que nunca se veran incumplidos estos mandamientos, no tengo mucho que ofrecerle excepto mi lealtad absoluta y estas manos- exclamé mientras mostraba mis manos enguantadas en el cuero negro y tras decir ello mi rostro se msotro algo mas malicioso

-Estas manos las cuales se encargaran de eliminar cualquier problema que pueda padecer esta familia-

Tras decir esto me incorpore lentamente, no solia msotrar este tipo de comportamiento, pero el saber que se me ofrecia una familia, hizo que brotara mi verdadera naturaleza,ansiaba poder trabajar y mostrar de que material estaba hecho.

-Estoy a su disposicion Don, mande y se obedecera-Concluí volviendo a mi tono serio y sin sentimiento

Apague el cigarro en lo que se acerco a la mesa y se arrodilló frente a mi. Le escuché con atención , dibujando en mis labios una sonrisa, en sus ojos pude ver la verdad con al que decía esas palabras. Mis ojos no se separaron de su rostro atento a todos sus movimientos -Benvenuto...Amadeus Ruborottzi...- Mantuve esa sonrisa -Puedes llevar con orgullo el apellido...haz que te conozcan...- Alcé el menton -Haznos sentir orgullosos de tenerte entre nosotros...- Le dije, poniendome en pie frente a el, estirando la mano con afan de estrecharla como el día que Martino me hizo su caporegime...

sin dudarlo estreche la mano del don, era la primera vez que poseia un apellido, el mio verdadero lo lvide con el paso del tiempo y los otros eran meramente falsos para pasar de un pais a otro, pero ahora tenia uno, tenia una familia,estreche su mano sin abusar de mi fuerza

-Gracie don Ruborottzi - respondí algo menos serio, me volvi a incorporar y sin dudarlo ni andar con rodeos le pregunte

-¿Hay alguna cosa de la que me pueda hacer cargo? no me gusta estar parado, soy un hombre activo, y las palabras no son mi fuerte,aquellos que me han conocido ha sido atraves de mis actos no de mi palabreria-Exclamé mientras me ajustaba mis guantes y volvía a mirar al don, esperando que pudiera ofrecerme algun encargo, mas desde mi llegada a la vieja patria no haibia hecho mas que instalarme y el alma me pedia trabajar pronto

Estreché su mano con firmeza, y la solté cuando vi oportuno -De hecho hace unos dias tuve problemas con cierto tipo...- Me medio giré cogiendo el expediente de Martorini entregandoselo, detras estaba otro expediente, Fabio -El que ves delante es Martorini, de ese no has de preocuparte ya esta bajo tierra, pero Fabio era su ayudante, ambos tenían un estudio de fotografia. Hablando claro...- Me senté invitandole a hacerlo en el sillon que había al otro lado del escritorio -...Era la tapadera de un Burdel...Martorini estaba bajo mi proteccion...pero por su estupidez tuvimos que acaar con el, ahora, estoy seguro que el tal Fabio intentara enculparnos de su "muerte accidental"- Hice el gesto de comillas. En los expedientes ponía toda la iformacion de ambos. Martorini un hombre de casi 50 años de porte gruesa y ancho bigote, Fabio rondaba mi edad 45 y le encubría al "reclutar" a chicas -Martorini se libro de la carcel en numerosas ocasiones, me venía llorando con que alguna de las muchachas iba a acusarlo de intento de violacion...un elemento vamos...- Le hable con honestidad, apreté los puños recordando el enfrentamiento con el en el antiguo apartamenteo de Loreta. -Quiero que vigiles a Fabio... quiero que seas su sombra...y si ves que pone en peligro a la familia...eliminalo...- Uní las manos frente al rostro sin dejar de mirarle.

Habia cogido asiento y habia escuchado atentamente lo sucedido, heche un vistazo rapido al expediente sobre el tipo al que tenia que vigilar, me basto unos segundo sin duda esta seria la prueba que le indicara al Don si era apto para la familia, no me preocupaba mucho tener que matar a nadie, asi me ganaba la vida anteriormente. volvi la vista a don Lannian Ruborottzi para preguntarle,

-Aparte de encargarme de que no moleste a la familia, debo ocuparme de algo mas... algo que querais recuperar..de nuestro fotografo? tiene algo que nos relacioné con Martorini, no me gustaria desacerme de alguien sin dejarlo todo bien atado- mi voz seguia siendo fria y carente de sentimiento aveces mis preguntas sonaban como meras afirmaciones pero asi era yo, de nada serviria liquidar aquel tipo, si la policia luego encontraba fotos, un arma o algo que nos relacionase con ellos.
deje el expediente encima de la mesa con un gesto para dar entender que no necesitaba nada mas de èl para llevar a cargo el trabajo, no me gustaba llevar informacion conmigo por lo que pudiera pasar

Abrí el cajón, sacando una foto, la puse sobre la mesa volteandola para que la viera -Quiero que ademas elimines todas las fotos tomadas a esta mujer...- Mi rostro se volvió serio -Seguramente Fabio recogiera todas las fotografías de las chicas al morir Martorini...intentara sacar algo de dinero con ellas...pero...quiero que me traigas todas en las que ella salga...- Dejé que mirara la imagen, era Loreta...no quería que siguiera teniendo algo que ver con el tema Martorini...

Observé la foto un instante y afirmé con con la cabeza comprendiendo mas o menos el problema en cuestion,mientras hablabamos una mujer entro en la sala , un rapido vistazo me hizo comprender que se trataba de la misma mujer que la foto,no quize ni debia preguntar nada relacionado con el tema, me levante de mi silla y respondí a ambos

-No se preocupe, don Ruborottzi, este asunto no me llevara mas de dos dias-Dijé con la seriedad que me corespindia y volvi a mirar a la mujer que habia entrado

-Bona sera, señorita-salude cortes y respetuosamente, si sin duda era la misma mujer de la foto, estaba claro lo que tenia que hacer, me quede de pie esperando por si el don necesitaba algo mas que añadir, tres eran multitu pensé mientras observaba no directamente aquella mujer, era hermosa de las mas bellas que habia visto en mi vida, aunque nunca me habia sentido atraido por ninguna mujer en concreto esta tampoco era diferente

Off: si es privado esto, porfavor avísenme.

On: llegué a una extraña casa solitaria. Esperando encontrar una guía para la ciudad así que toqué la puerta tres veces. Estaba en mis vacaciones así que decidí recorrer europa en avión y mi siguiente parada sería Rusia, para descansar del atareado trabajo. Recordé la pila de informes que me quedaban por revisar y la voz de la señorita Rubí diciendo "tienes demasiado trabajo, deberías darte unas vacaciones y dejar a alguien para relevarte" me recomendó, en un momento yo había pensado que tal cosa como aquella era una locura, pero luego de una revisión con mi terapeuta, confirmé su versión de la historia y mi necesidad urgente de descanso.

Toqué la puerta con 3 golpes a puño cerrado sin demasiada fuerza para evitar alertar demasiado a alguien y esperé pacientemente a que alguien atendiese.

Esperé que la mirara, mientras el hablaba Loreta entraba, alargué la mano para coger la foto y regresarla al cajón -Bien Amadeus...- Respondi a su fecha limite, me puse en pié mirando ahora con una leve sonrisa a Loreta -Para nada...nunca interrumpes...- Rodeé el gran escritorio acercandome, tomando una de sus manos para besar su dorso mirando a Amadeus, dandole a entender el por que de aquel encargo algo mas personal -Puedes instalarte en la casa si quieres...o si lo preferes puedo cederte algun piso franco mas al centro...- Le ofrecí.

La puerta de la casa se abrió dejando ver a una mujer anciana, Fabiana andaba cerca asi que fue la que abrio como siempre sin mirar antes -Buenas...- Dijo con su algo temblorosa voz ya -¿En que puedo ayudarle joven?- Observó al muchacho con sus ancianos y sabios ojos, que han vivido y le quedan por vivir muchas cosas.

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off: Para nada, puedes entrar si gustas, pongo turnos, ok? para seguir un orden.

Amadeus -Lorensky - Lannian - Loreta

A Lorensky le masteare hasta que llegue al centro de la accion

-No necesito mas que una habitacion donde poder pasar las noche- respondi cortesmente
-no obstante siempre viene bien tener otra casa por si la ``lluvia´´ cae fuerte y no poder llegar hasta aqui. por lo demas no se preocupe dispongo de todo lo necesario, sois muy generoso-volvi a explicarme mientras observaba a todos los presentes, pese a que la mujer pregunto no respondí si alguien debia hablar del tema ese era el don,

Off rol (ehh pense que habia dejado un ultimo post, siento los mareos ya estoy disponible)

Observé las facciones de aquella mujer anciana que había acudido a mi llamado, era una mujer entrada en años y sabia por lo que se podía ver, así que me dirigí con todo respeto hacia ella- Buenas noches- dijo amablemente como debe dirijirse un hombre a una mujer de esa edad. -Necesito de alguien que conozca la ciudad, porque yo la verdad soy extranjero- pidió amablemente por si la mujer conocía de alguien.

Solté la mano de Loreta para que caminara a sentarse al sillon, sin dejar de mirar a Amadeus -Como quieras, tendras habitación aqui y mas tardes te dare la dirección y llaves de uno de los pisos.- Miré a Loreta que observaba los expedientes de Fabio y Martorini -Efectivamente, hablabamos de el, voy a mandarle un pequeño encargo aqui a nuestro fiel amadeus...- Le miré -Ella...es Loreta... tedras que demostrarle el mismo respeto y fidelidad que a mi...entendido?- Dije con cierta seriedad, pues ella tenia casi mi misma autoridad.

Fabiana miro al muchacho -Creo que mi Lannian podria ayudarle...- Sabedora de todo, se hace a un lado ofreciendole entrar -Suba la escalera...y la primera puerta que se encuentre de frente...- Cierra despues de que el hombre pase.


Off: Loreta user ha ido a cenar, asi que con mi accion la justifico y podemos saltrala, Amadeus te toca.

Afirmé con la cabeza sin responder a la orden de del don, observe levemente a la mujer y volviendo a sentarme le respondí

-No se preocupen todo quedara solucionado y de la manera mas discreta- expliqué sin dar mucho detalle a los dos, solian hablar mas mis acciones que mis palabras, lo mas seguro esque esta misma noche visitaria a nuestro amigo el problematico, habian pasado muchos dias desde mi ultimo trabajo, tenia ganas de trabajar,no habia oido mucho del nuevo Don , ni siquiera sabia si ella era su mujer, pero tampoco le di importancia
el don decia que ella mandaba como èl y asi seria.

-sois muy amable Don, no os pedire nada mas, si me disculpan voy a ocuparme de unos asuntos-termine mientras me ajustaba la corbata. y me marchaba despidiendome respetosamente de la señorita

Penetró en la casa una vez se lo dejó pasar. Ésta parecía muy acojedora para ser un simple hogar de gente media, talvez, no solo se trataba de gente humilde después de todo. Siguiendo las indicaciones de la mujer anciana, subió las escaleras y tocó la primera puerta que tenía defrente.

"Espero no haberme metido en un problema mayor" pensó al entrar encuenta que se trataba de gente desconocida totalmente.