Tony se habia desperto muy temprano, y a eso de las 7:00 am ya estaba en New York para empezar a revisar que todo en los negocios vaya en orden.
Caminaba tranquilamente, sus hombres estaban mezclados entre la multitud, de manera que sus rivales no sabrian que el tiene guardaespaldas. Entro entonces al primer negocio que se le cruzo, la panaderia del sr. jack, la panaderia tenia mucho exito en el lugar, todos querian comprar ahi, y por eso necesitaba de proteccion.
Tony entro con calma al local, miro alrededor buscando a su viejo amigo, una vez que lo encontro se dirigio a el, oliendo aquel rico pan recien horneado.
-Como va todo Jack? ninguna rata que te este molestando?
Pregunto en aquel tono sarcastico pero a la vez serio que tanto le gustaba usar. Jack saludo a Tony de la debida manera y despues le contesto con total confiansa:
-Eh.. no... pero he escuchado rumores de que me quieren atacar, y eso me preocupa siempre, en las noches cuando...
Tony sonrio cuando Jack empezo a hablar, y mientras el hablaba, Montana decidio interrumpirle
-No hables mas amigo mio, yo me encargare de ellos
-Muchas gracias
El panadero agradecio a Tony, el cual sonrio y salio con la misma calma en que entro, vio a los lados, y alcanzo a ver a un sujeto misterioso, ropa de seda, sombrero, manos en el bolsillo, Montana entro de nuevo al local.
-Voy a comprar unos panes
-Claro, lo que usted decida, la casa invita
Tony sonrio, y mientras seleccionaba con total tranquilidad sus panes, se empezaron a escuchar disparos, pistolas, uzis, la gente gritando, Tony finalmente salio con los panes en la mano y siguio su camino, pasando al lado de aquel sujeto que habia visto y efectivamente, era un miembro de una familia rival.
-Animales
Susurro con odio, y como si nada continuo su camino por diferentes calles, de la misma manera, revisando que todo este en orden y que sus negocios esten asegurados, casi siempre teniendo que encargarse de alguno que otro mafioso que se cruzaba en su camino. Eran aproximadamente las 5:00 pm, asi que Tony decidio regresar a casa, tomo un taxi y se fue a su mansion, pensando en todos aquellos favores que sus clientes le habian pedido, eran faciles sin duda, pero eran muchos... estaba empezando a tener muchos rivales y eso no le gustaba, aunque eso significara mas sangre y por lo tanto mas respeto, pero aun asi no le gustaba.
Se sento entonces en aquella lujosa silla que le habian regalado una familia vendedora de joyas, y se puso a pensar en todo esto...